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"Sonoridades supervivientes"

Este 20 y 22 de noviembre presenté resultados de mi investigación dedicadas a las "Sonoridades supervivientes", durante las Jornadas de Investigación sobre Decolonización y Arquitecturra en Las Américas, organizada por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo FADU - UAT de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. Estoy muy agradecida con Reina Loredo, por invitarme a compartir el trabajo que realizamos en el Grupo de estudios sobre geobiopolíticas audiovisuales del Instituto de Investigaciones en Arte - IIArte.

Presenté esta conferencia y soy consciente de que contemplo el paisaje como una exploradora académica occidental, guiada por los espectros de los petroglifos diseminados por el territorio de Turrialba y Peralta, restos de ciudades muertas, ahora devoradas por la selva o destruidas por las nuevas ciudades que se yuxtaponen unas a otras. Los causes de los principales ríos de la zona, como el Reventazón, Turrialba, Colorado, Pacuare y sus afluentes, marcan también el territorio, como las represas hidroeléctricas. El territorio fracturado y los “tiempos movedizos” entre los sistemas acuíferos de una civilización perdida, cuyos restos se desmoronan paulatinamente en el Monumento Guayabo, y las tecnologías hidráulicas emergentes del presente. Ciudades espiral y ciudades cubos.


Los bloques de sonoridades representados por Marvin Camacho Villegas, disueltos en los grises de la ciudades dibujadas por Jose Pablo Ureña, o re-imaginadas por Marilyn Boror Bor en su “Ego City Guide San José”, me enfrentan al ruido y a la colonialidad interior. El ruido representado en el clúster, como un racimo de sonidos saturados, de rizomas. Retorno a Deleuze y Guatari. El ruido obliga a pensar desde la asimetría, desde la “caosmosis”, y ese es para mí el reto del ejercicio epistémico decolonial.

Les invito a leer:

"Sonoridades supervivientes" en Liminar, Vol. 18 Núm. 2: julio-diciembre, 2020.



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