La creación sin mañana X OSUCR & IGM LAB 2025
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“La lucha misma hacia las cumbres es suficiente para llenar un corazón.”
-Albert Camus, El Mito de Sísifo (1942)
En 2021, Alejandro Gutiérrez-Mena, director titular de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Costa Rica (OSUCR) y la clavicembalista María Clara Vargas-Cullell, me comisionaron una obra para clavicémbalo y orquesta. La partitura de La creación sin mañana para clavicémbalo con Máquina de ruido (solista), dos trompetas, cuatro cornos, piano, orquesta de cuerdas y ensamble de percusión, fue engendrada en plena pandemia del COVID-19, y estrenada en el Teatro Nacional de Costa Rica el 9 de agosto de 2021, publicada en mi álbum La Venganza del Agua (IGM, 2022). entonces escribí:
Contemplar bucles de penumbra e impermanencia, ese es mi objetivo. La obra está compuesta por diez módulos, cada uno es un bucle capaz de tejerse con los otros independientemente del orden en que se interpreten. La notación gráfica de las matrices sonoras que componen los módulos, se basa en obras de la pintora minimalista Agnes Martin (1912-2004). La orquestación aprende de Henryk Mikołaj Górecki, Morton Feldman, Pauline Oliveros, y Eliane Radigue, para pensar sonoridades residuales del régimen de la tonalidad, cuya memoria se perpetúa en la tecnología del Clavicémbalo y el “sistema bien temperado”. Consecuentemente, la obra tiene como ADN los preludios “no mesurados” y las “zarabandas” de Elisabeth Jaques de la Guerre (1665-1729). Para descomponer estos residuos, se suman improvisaciones de la solista con una Máquina de ruido [fabricada por DLP electronics Bolivia/Argentina], y transcripciones libres de la sonificación que realizó la NASA con datos que obtuvo de la Magnetosfera. La estética de la obra puede entenderse dentro de la música concreta instrumental y el postminimalismo, el propósito es tejer una “meditación sonora” colectiva que contemple, serenamente, eso que Albert Camus entendió como “la creación sin mañana”.
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El Maestro Gutiérrez incluyó la obra en el repertorio de la OSUCR, y en 2024 fue programada nuevamente durante el VIII Concierto de Temporada, titulado “Memoria, Mujeres y Música”, junto a obras de compositoras históricas como Ethel Smyth (Reino Unido, 1858 –1944) y Amy Beach (USA, 1867-1944), sumando un concierto de Camargo Guarnieri (Brasil, 1907 - 1993), interpretado por la pianista brasileña Rubia Santos, con la participación de la directora invitada costarricense, Luisana Padilla.
Decidí revisar la partitura de La creación sin mañana junto a la solista, María Clara Vargas, el resultado fue una nueva versión de la obra que se estrenó el 1 de noviembre de 2024 en la Parroquia de San Antonio de Padua, en la comunidad de Curridabat en San José, la capital de Costa Rica. Acerca de esta nueva puesta en escena, María Clara escribe:
“Al inicio del año 2024 Alejandro Gutiérrez, director de la OSUCR, me dio la inesperada noticia de que programaría nuevamente la obra “La creación sin mañana”, para clavicémbalo, máquina de ruido y orquesta, de la compositora Susan Campos-Fonseca. Me llenó de alegría saber esto porque, aunque ya habíamos estrenado la obra, había sido en el contexto de la pandemia. Además, conociendo a la compositora, estaba segura que este nuevo montaje iba a ser una experiencia muy enriquecedora para mí como instrumentista. Al retomarla, me propuse “olvidar” lo efectuado en la primera versión y aproximarme a la partitura con una mirada fresca. Mi primera búsqueda fue en relación con las sonoridades del clavecín: momentos rápidos y muy rítmicos alternan con momentos lentos y arpegiados, en los que la sonoridad del instrumento se llena de armónicos. Clústeres cerrados, de tres o cuatro notas, alternan con clústeres de más de una octava, en los que se requiere utilizar el antebrazo y explorar los diversos registros y tesituras del instrumento. La alternancia en el uso de diversas partes de la mano y del antebrazo me llevó a una búsqueda de movimientos corporales que dieran una impresión clara de la energía y la fuerza que transmite la pieza. Finalmente, tocó explorar las máquinas de ruido y contrapuntear entre ellas y el clavecín. Una experiencia retadora y llena de sorpresas. Todo ello en diálogo con los diversos instrumentos de la orquesta. Como en otras ocasiones, uno de los aspectos más satisfactorios fue tener la oportunidad de comentar mis ideas interpretativas con Susan, que siempre estuvo abierta a mis propuestas. Con una versión definida, vino el trabajo con Alejandro, siempre atento y preciso. La noche del concierto, logramos una inmersión total en la obra: lo trabajado, aunado a la sonoridad de la orquesta y la acústica de la Iglesia de Curridabat, permitió recrear una versión nueva, excitante y poderosa que asombró y entusiasmó al público.”
Con apoyo de Irreverence Group Music (NYC) y la OSUCR, publicamos esta primicia con la producción audiovisual y la grabación realizadas en vivo por Cyancoco Studio (Costa Rica).
Mi más sincero agradecimiento a Ernesto Rodríguez-Montero, director de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica, a la pianista Sharon Villegas Fernández, co-solista en esta nueva versión, al director Ricardo Cambronero, asistente del Maestro Gutiérrez, y a toda la OSUCR, cuya fuerza sónica forjó y esculpió este testimonio de quienes sobrevivimos a la pandemia (me atrevo a llamarla “guerra biotecnológica humana”), porque con esta fuerza y resiliencia, rendimos homenaje a todas las víctimas (humanas y no humanas) de la lucha planetaria por la vida, que continúa.
Susan Campos Fonseca, PhD.
Compositora
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