Proyecto en "El Tanque" del MADC
Natura machina
Procesos cíborg de experimentación sonora
Una compositora e investigadora transdisciplinar del sonido. Un informático, biólogo matemático y científico. Ambos unen sus conocimientos para reinaugurar en el MADC -luego de estar cerrado por dos años- el espacio denominado El Tanque Laboratorio de ideas. El singular dúo plantea un proceso exploratorio del espacio, en donde se dejan llevar bajo la guía e inspiración de algunas plantas resilientes que sobreviven en nuestras ciudades, y unos dispositivos activados como interfaces sónicas; dando pie al diseño de una instalación biocibernética.
En otras palabras, crean un ambiente que mezcla elementos naturales vivos con aparatos tecnológicos, con el fin de que las personas visitantes puedan experimentar diversas sensaciones perceptivas en un espacio como lo es el antiguo tanque de búnker del Museo: hostil, extraño, pero cautivador; cual cabina espacial de sobrevivencia, o desierto de un mundo post apocalíptico, en donde las plantas que han logrado resistir, conviven con instrumentos musicales y dispositivos sonoros no convencionales.
El proyecto nació a raíz de una investigación realizada en la Universidad de Costa Rica desde 2020, basada en conceptos como cultura tecnobiológica, decolonialidad y estudios interespecies, que son utilizados en el ámbito de las artes contemporáneas para problematizar nuestro presente a partir de futuros imaginarios y ficticios, pero cada vez más cercanos. Entrelazaron, además, una red colaborativa que conecta las artes, la ciencia y la tecnología, con el fin de generar diálogos transversales que nacieron, específicamente, en el contexto de la Región Brunca, analizando y tomando en consideración su biodiversidad e interculturalidad.
A través de muchas semanas de experimentación, ensayos y exploración, Campos y De Camino propondrán la interacción entre visitante/espacio a partir de un elemento tan volátil como lo es la percepción. La instalación sonora “es resultado del estudio de la biocibernética como paradigma para la investigación artística tecnológica. Asimismo, ciertos aspectos de la herramienta biomimética permearon también esta propuesta, y facilitaron el aprendizaje de diversas adaptaciones e interacciones de dos mentores: el murciélago de Spix Thyroptera tricolor y su refugio temporal la planta Heliconia imbricata”, mencionan.
En esta instalación se pueden apreciar dos elementos protagónicos. Por un lado, la sonorización, que está compuesta con biodatos obtenidos del murciélago, la heliconia y su hábitat, en donde aplicaron estrategias cibernéticas para extraerlos. Por otro, las plantas que interactúan con los dispositivos tecnológicos y evocan el pensamiento de Charles Darwin quien, en su texto El origen de las especies (1859, pág. 121) expresó que “tenemos motivos para creer que las especies en estado natural están estrictamente limitadas a las regiones que habitan por la competencia de otros seres orgánicos, tanto o más que por la adaptación a climas determinados. Pero, sea o no esta adaptación muy rigurosa, en la mayor parte de los casos tenemos pruebas de que algunas plantas han llegado naturalmente a acostumbrarse.”
Este “invernadero experimental”, inmersivo e interactivo, también dará pie a la participación multipersonal con una serie de activaciones con personas artistas sonoras y músicas invitadas, quienes intervendrán con voces, instrumentos de percusión, electrónica y algunos otros más clásicos, sumando la colaboración de científicas e ingenieras. Así, el proyecto funciona como un nuevo tratado que problematiza y enfrenta conceptos, teorías y prácticas derivadas de las artes, de la ciencia y de la tecnología, con el fin de proponer la exploración colaborativa como puente de generación de conocimiento compartido.
Daniel Soto Morúa
Curador MADC
Acerca del proyecto : laboratorio-artes-biomimetricas
Colaboración con IGM Lab: irreverencegroupmusic.com
Entrevista : https://fb.watch/bDpdGmi1lp/
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